1 mayo 2025

El futuro del balonmano: Michael Wiederer apuesta por la expansión y los nuevos desafíos

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El balonmano enfrenta una etapa de transformación constante y retos importantes en su posicionamiento dentro del mercado deportivo global. En un mundo en constante evolución, este deporte no puede mantenerse dentro de límites preestablecidos sin revisar continuamente qué puede mejorarse. En una entrevista exclusiva con Handball-Planet.com, Michael Wiederer, presidente de la Federación Europea de Balonmano (EHF, por sus siglas en inglés), compartió su visión sobre el futuro de este deporte.

Una conferencia clave para el futuro

La próxima conferencia de competiciones de la EHF se celebrará en Viena los días 9 y 10 de abril. ¿Cuál es su propósito? Wiederer explicó que desde 1994, la EHF ha organizado actividades tanto a nivel de selecciones como de clubes. En sus inicios, la Liga de Campeones contaba con dos grupos de cuatro equipos y una ronda clasificatoria. Con el tiempo, el formato fue creciendo, especialmente tras la creación del Campeonato Europeo de 1994 en Portugal y Alemania.

Sin embargo, el año 2008 marcó un antes y un después. Surgieron debates sobre una posible liga separada, y algunas ligas querían limitar el protagonismo de las selecciones para dar más espacio a sus competiciones domésticas. Frente a esta amenaza, la EHF organizó una conferencia que reunió a clubes, ligas, federaciones y técnicos para escuchar todas las voces. Según Wiederer, es esencial encontrar un equilibrio entre las diferentes perspectivas. “Veo esto como una receta: un buen cocinero sabe mezclar ingredientes para lograr un plato excelente. Nuestro rol es exactamente ese: reunir las ideas y construir un modelo inclusivo y sólido”, afirmó.

Hoy en día, aunque no existe una crisis, la EHF considera crucial mirar hacia adelante. De ahí el nombre de la conferencia: “Futuro del Balonmano Europeo”. La intención es analizar cómo evolucionan los medios de comunicación, el marketing y la estructura global del deporte.

Una evolución constante en la calidad y la visibilidad

Wiederer también destacó el crecimiento de los torneos juveniles y cómo esto ha elevado el nivel del balonmano profesional. Muchos jugadores llegan a las selecciones absolutas tras disputar más de 100 partidos de alto nivel en categorías menores. Además, la producción de eventos ha mejorado notablemente. Recordó cómo en el año 2000, la final entre el FC Barcelona y el THW Kiel apenas se transmitió por televisión, y hoy en día todos los partidos son accesibles a través de múltiples canales tanto en Europa como fuera de ella.

Lo que le gustaría cambiar con una varita mágica

Consultado sobre qué cambiaría si tuviera una varita mágica, Wiederer fue claro: “Incrementaría la influencia del balonmano europeo a nivel internacional”. Actualmente, muchas decisiones relacionadas con reglas y normativas se toman sin que Europa tenga un rol protagónico, a pesar de ser el continente con mayor desarrollo en este deporte. También enfatizó la necesidad de conectar más con el público. “No basta con discutir si hubo tres o tres pasos y medio; debemos pensar en lo que atrae a los aficionados”, señaló, citando los ejemplos de los eventos en Colonia y Budapest.

El balonmano global: ¿una meta alcanzable?

Ante la pregunta sobre el papel del balonmano europeo en mercados clave como Estados Unidos y China, Wiederer planteó dos alternativas: colaborar con la Federación Internacional (IHF) para desarrollar el deporte en regiones como China, India, América del Sur, Estados Unidos y el norte de África, o en caso de no lograrlo, reforzar aún más el crecimiento del balonmano dentro del continente europeo.

¿Un deporte limitado geográficamente?

Si bien los principales eventos del balonmano se organizan de forma impecable, persiste la sensación de que el deporte está geográficamente limitado, concentrado entre ciudades como Herning y Colonia. Para Wiederer, esto no es una debilidad, sino un desafío. Explicó que hay mercados con gran potencial aún por explorar, y que el desarrollo no debe centrarse solo en lo tradicional, sino también en buscar nuevas oportunidades donde el balonmano pueda crecer y captar más atención.

El futuro del balonmano depende de su capacidad de adaptarse, innovar y expandirse más allá de sus fronteras actuales. La conferencia en Viena será un paso clave para definir ese camino.